LA DIOSA
Aquello no era un asesinato, en el sentido
estricto de la palabra; era un acto de fe, de justicia, de necesidad. Fe en la
divinidad, que exigía sacrificios para conservar la pureza del pueblo; justicia
hacia la familia Lambda, que había sido ultrajada con el nacimiento de la mestiza;
necesidad del grupo, pues el advenimiento de la diosa estaba próximo y
cualquier mácula entre los elegidos podía impedir que su glorioso destino se
cumpliera.
Deberían haberlo hecho tiempo atrás, cuando la
madre parió a la niña de ofensivo pelo rojo e iris color mar. ¡Qué insulto
entre aquellas canas y miradas grises! Pero la redención ahora teñía sus manos.
Aún no se había enfriado el cadáver cuando la
diosa apareció. Un escalofrío recorrió la espalda de todos al contemplar cómo
centelleaban los cabellos de fuego y el azul de sus ojos los juzgaba culpables.
Autora: Vanessa Navarro Reverte
Me ha encantado. Sobre todo los cabellos de fuego de la diosa; ¿eres tú entre tantas miradas grises que nos rodean? un beso
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara y gracias por el piropo, eres un encanto, besos, guapetón.
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