lunes, 17 de agosto de 2009

LA CELDA

A veces llega un poema a traición, sin avisar, en el lugar menos esperado, en el momento más inoportuno y adquiere vida propia.Después lo observas con asombro,como algo tuyo y a la vez tan ajeno.Imposible describirlo,imposible definirlo.
La celda.Nada más.
Es un cuadrado,
es una recta,
caverna arriba,
caverna abajo.

Y cómo añoro el salto,
qué poco queda
para el momento del espacio,
el vacío del lago,
el hondo polar y la mirada,
la foca, el toro, el gato.

(El monólogo del global,
el antiglobal,
el lobo estepario).

¡Qué fraile,
qué ermitaño!
Vivir fuera…
La verdad se muestra,
qué sucia,
qué cruel,
quiero que regrese
el cuadrado,
la celda.
Autora:Vanessa Navarro Reverte.Todos los derechos reservados.

ECOS



Lo bello siempre es efímero.
En las ruinas me reflejo.
Ayer habitaba el ensueño,
hoy vuelvo a mi ciudad-agujero.

Disfruta del aire puro,
del paisaje horizontal,
de la estepa interminable.

Disfruta del verde silencio,
antes que las garras regresen
a arrastrarte a la mortaja

de los muros, del acero,
del ruido de pesadilla
del naufragio en que navego.
Autora:Vanessa Navarro Reverte.Todos los derechos reservados.

viernes, 7 de agosto de 2009

DÍAS DE ARENA



Aprovechando que por este hemisferio estamos en lo más caluroso del caluroso verano,subo un poema que habla de esos amores particulares que se dan por esta época del año.Si estáis embarcados en alguno,disfrutadlo mientras dure la travesía.


Ha pasado más tiempo
del preciso para olvidar.
Solamente, en tu mirar,
encuentro un vacío inmenso.
Extraños en el rencuentro,
somos dos desconocidos.
La herida tardó
demasiado en cerrarse;
ya nunca más se abrirá.
Intento recordarte,
me aferro a mi dolor,
pero apenas hay cenizas.

No fueron días de pasión,
pero sí de infantil cariño.
Días de arena, de viento y sal ,
de momentos compartidos;
de largas charlas al teléfono,
de cartas a otros amigos.
Noches de confidencias,
de humo y de poco equilibrio.

¿Cuándo olvidamos
lo que es reír juntos?
¿Quién marca el límite
entre los sentimientos?
Sutiles fronteras
entre amor, odio y olvido.
Camino inevitable,
como el que lleva hacia el mar.
El tiempo pasará.
Y nace un nuevo verano.
Como él, nazco de nuevo
a la esperanza y al sueño.
Autora:Vanessa Navarro Reverte.Todos los derechos reservados.

jueves, 6 de agosto de 2009

LO QUE SOÑÉ EN GRANADA

"¡Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana. Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca vi Granada. "



Por suerte,estos versos de Rafael Alberti no describen mi experiencia,pues sí entré en Granada.
Ciudad situada al Sur de España, tierra de arte y de artistas,visitar ese enclave es adentrarse en un sueño.De esas vivencias surge este poema.

Ya está anocheciendo
y el baile da comienzo.
Los leones de la Alhambra
nos observan a distancia.
Y tú eres tan joven
y yo tengo tantos sueños…

Hay puestas de sol hechizadas
en un mundo distinto al nuestro.
(Puedo escuchar sus bostezos).
Tú sonríes en penumbra.

El calor de tu mirada
ilumina esta estancia
en tinieblas.
Ahora es mediodía
y el espectáculo empieza.

Qué pena no ser tan sabia
para poder retener
lo que enseña la madrugada.

Alguien me habló de pijamas,
de cómo la ilusión matan.
Nadie sabe que a escondidas
tu abrazo se compromete
a eludir las trabas.

Autora: Vanessa Navarro Reverte. Todos los derechos reservados.

martes, 4 de agosto de 2009

SONETO AL BOSQUE



La naturaleza y la mitología (sobre todo la clásica) son dos de mis grandes fuentes de inspiración.En este soneto he intentado unir ambas fuentes de manera equilibrada. Artemisa es la diosa griega de la caza, de la luna y de los bosques,la Diana de los romanos,melliza de Apolo e hija del gran Zeus y de Leto.Es una de los doce dioses olímpicos,los doce principales. Aquí se alude al mito de Acteón,transformado en ciervo por la diosa, aunque no es el tema esencial.


La imagen "Primavera en el pinar" es autoría del fotógrafo Jesús Hercé y está reproducida en este blog con su permiso. Agradezco su talento y su generosidad.


Al son de los albores otoñales
el sol brillaba en su pelo enredado,
la luna era su cuerpo ondulado
que deslumbra y danza en los parrales.

Un verde lago de aromas letales
perfumaba el paisaje azulado
del reino del bosque, donde hechizado
el ciervo bailaba con las vestales.

“Recuerda su voz”, las flores cantaban;
los árboles sagrados susurraban
su nombre con temor respetuoso.

Al paso de Artemisa destellaban
luciérnagas que de noche adornaban
de luz su corazón majestuoso.


Autora: Vanessa Navarro Reverte. Todos los derechos reservados.