jueves, 9 de febrero de 2012

DESPUÉS...

DESPUÉS...

Con besos prohibidos
y focos de censura,
tal pregunta
(siempre inevitable),
tal respuesta
(siempre insuficiente),
estalla la guerra
de siglos
entre deber
y deseo.
(Agota
tan solo
pensarlo;
pensando,
tan solo,
agotado).

Después...
Sabré
en algún momento
si estas quemaduras
merecieron la pena.

Vanessa Navarro Reverte

6 comentarios:

  1. Las quemaduras, en función del foco de calor y de si era auténtico calor lo que desprendía, siempre merecen la pena.
    Qué bellos versos, mi Van, qué bellos en tan pocas y desencajadas palabras (cómo me gustan tus paréntesis).

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  2. Buena reflexión, Andrés,es cierto que deben cumplirse esas condiciones para que el resultado sea admisible o no, Gracias por tu comentario, me alegro de que te gustara este breve poema. Besos.

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  3. Qué juego de palabras, Madelyne, me ha encantado!, maestra de la poesía.

    Besos!

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  4. Gracias, Blanca, por partida doble: por tu comentario y por comentar en un lugar con moderación, que sé que no te agrada. Al menos no hay captchas indescifrables,jeje.
    Muchos besos, me alegro de que te guste.

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  5. Respuestas
    1. Gracias, Edgardo. Me alegro de que te gustara.
      Un abrazo.

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