Mi hijo de niño
Déjame dibujar
con palabras tus virtudes.
En una esfera
irisada vives;
la inocencia permanece
inmaculada, inmune
a las garras que rodean.
La malicia no te roza,
la esquivas en una danza
de hechiceros y de duendes.
Y tu risa tintinea
y alumbra la niebla del bosque.
En tu mente, siempre inquieta,
las quimeras toman forma
y tus manos las tornan verdades.
Vas a construir palacios,
a descubrir otros soles.
Tu intención es transparente
y haces preguntas que importan,
y muestras sinceridad
frente a las aguas oscuras,
seguro en tu incertidumbre.
Tu cariño es más sincero
que el de un primer romance
y no hay canción comparable
a la palabra mamá
pronunciada por tus labios.
Déjame dibujar
con palabras tu retrato,
antes que el adulto al acecho,
al que adivino en tu rostro,
gane terreno al que eres
y ocupe tu espacio y tu cuerpo.
Autora: Vanessa Navarro Reverte.