Se despertó empapado en sudor y comprobó con poco asombro que el aire acondicionado había decidido tomarse unas vacaciones . El café estaba igual de insípido que en otros momentos, pero las tostadas le quedaron más bronceadas. Una lluvia extraña ensuciaba los coches y convertía el calor en algo tangible y pegajoso.
La mañana en la oficina se complicó y ciertos problemas con los proveedores hicieron que Jaime saliera del trabajo con dos horas de retraso. A pesar de todo, llegó la tarde. Ana apareció con puntualidad británica. Y, por supuesto, aceptó el anillo de compromiso.
Autora:Vanessa Navarro Reverte.
Autora:Vanessa Navarro Reverte.