En estos días de junio
de cierta mediocridad
la rutina emborrona mis sentidos.
El calor es tan intenso
que el asfalto se derrite
bajo un sol violento.
Y el aire es amarillo
y se corta con cuchillo
y las cigarras entonan
un monótono quejido.
Eso es todo...las horas pasan.
En la tele no dan nada que interese,
no me quedan nuevos libros
que leer esta semana.
Las cucarachas renacen,
escucho canciones de siempre,
tacho los días que restan para ir a la playa.
Los exámenes se aproximan,
me aproximo a los apuntes
y los apuntes me miran.
Eso es todo...las horas pasan.
A través de mi ventana
se divisa tu casa.
La voluntad regresa,
estudio con alicientes.
Qué hermoso es cualquier edificio
si tú estás en su interior.
La brisa se torna fresca.
Bajo el influjo lunar
el ingenio se agudiza.
Aspiro con lentitud
el humo de un cigarrillo;
asomada hacia la noche,
tu esencia lo cubre todo.
Cuando me duerma, soñaré contigo.
Las cosas sólo cobran sentido cuando hay un estímulo emocional, hasta las tardes de exámenes cobran un significado.
ResponderEliminarMuy bonito, Vanessa, me ha gustado sobre todo el crescendo de la apatía exterior a la plenitud interior. Un besito, guapa, espero que te vayan bien las cosas.
Tú no creo que dejaras muchas para septiembre...
Alba
Como siempre,tus comentarios son acertados, percibes muy bien lo que se intenta transmitir en cada poema.
ResponderEliminarPor aquí bien,es una alegría saber de ti, espero que tú también estés bien y que disfrutes las vacaciones.
Un cariñoso abrazo,
Vanessa