Sola. Apartada en una celda.
Alejada del lado inocente de la vida.
Nadie se acerca,nadie se acerca.
Situada en un impenetrable lugar.
No está allí donde imaginas.
¿Por qué no me ayudaste a escapar?
Giro y giro en direcciones opuestas,
piso restos de fronteras repetidas
y lentamente deshago la senda;
cada vez más lentamente,para no lograr llegar.
Los sentidos cerrados ante nuevas salidas.
¿Es esta la reacción que cabía esperar?
"Tantas expectativas
se pierden en tu partida.
¿No estaba bien claro
lo que yo pensaba?
No puedo soportar
tu furiosa negativa.
Me pregunto:
¿No hay otra forma?"
De ninguna manera.
Es imposible de encontrar.
Es un esfuerzo en vano
y no queda nada que contar.
Autora: Vanessa Navarro Reverte.Tldr.
viernes, 29 de enero de 2010
viernes, 22 de enero de 2010
COLABORACIÓN DE LA AUTORA CON EL BLOG "EL ONIRÓGRAFO"
Quiero agradecer a Fabián San Miguel, poeta, fotógrafo e incombustible defensor del arte poético,el que haya elegido una de mis creaciones para estrenar el año en su blog
"El Onirógrafo",espacio donde sueños y pesadillas conviven en inquietante equilibrio.
Se trata del poema "La Celda", arropado en esta ocasión por una imagen tomada por el propio Fabián y por un nuevo y sugestivo nombre: "Intentando despertar".
Os dejo el link y os recomiendo visitar este blog y la otra niña de los ojos de Fabián,
"Laboratorio Central".
Gracias de nuevo.
domingo, 17 de enero de 2010
MICRORRELATO: NUNCA SE SABE
Era un depredador nato. En noches como aquella, el monstruo interior lo impulsaba a cazar. Era muchacho cuando estranguló a su primera víctima, una joven rubia como a la que ahora acechaba; le siguieron muchas. Debía tener gran suerte, pues jamás lo arrestaron. Tampoco hoy eso pasaría. Acorraló a la mujer en un callejón, rodeó su cuello con el cable y comenzó a apretar. Pero algo iba mal, no se resistía, solo lo miraba con ojos helados y una mueca sonriente que le resultaba extrañamente familiar. Sintió algo que no conocía: miedo.
-¡Tú! ¡Yo te maté!
- No. Todavía respiraba y me visitó alguien inesperado- siseó ella. Y la sonrisa torcida se hizo más amplia, dejando ver unos colmillos afilados, enormes, antinaturales, que en segundos estaban clavados en el cuello del asesino.
La vampira sació su sed y dejó que las alimañas devoraran el cuerpo del hombre.
Nunca se sabe quién será esa noche la presa.
-¡Tú! ¡Yo te maté!
- No. Todavía respiraba y me visitó alguien inesperado- siseó ella. Y la sonrisa torcida se hizo más amplia, dejando ver unos colmillos afilados, enormes, antinaturales, que en segundos estaban clavados en el cuello del asesino.
La vampira sació su sed y dejó que las alimañas devoraran el cuerpo del hombre.
Nunca se sabe quién será esa noche la presa.
Autora:Vanessa Navarro Reverte.
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